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El derecho de daños y la minimización de los costes de los accidentes

En la mayoría de las ocasiones, una vez causado el accidente, hemos comprobado que alguien (el causante, la víctima o un tercero) podría haber hecho algo para evitarlo o reducir su gravedad: ser más precavido, hacer lo que no hizo o no hacer lo que hizo. En función de la gravedad del accidente y de lo que costaría haberlo evitado el ordenamiento impone la obligación de reparar. La comunidad acude al derecho para decidir si la víctima ha de cargar con el daño que ha sufrido o si éste daño puede ser imputado a su causante. El derecho de daños contribuye a reducir los costes de los accidentes decidiendo quién ha de cargar con sus consecuencias. Emprende, así, la difícil tarea de evitar o reducir las consecuencias de los accidentes por el procedimiento de imputar sus consecuencias a alguno de sus responsables. Es una tarea compleja, que puede ser muy fácil en algunos casos pero muy difícil en otros.

Pablo Salvador Coderch, Carlos Gómez Ligüerre, «El derecho de daños y la minimización de los costes de los accidentes. », InDret 1.05