Comentario a la STJCE de 3 de octubre de 2006
Asunto Cadman contra Health and Safety Executive
La sentencia del Tribunal de la Unión Europea objeto de estudio, hace referencia a la llamada discriminación indirecta dentro del ámbito laboral que afecta negativamente a las trabajadoras, cuestión que ha venido preocupando a las principales instituciones comunitarias desde hace ya varias décadas.
La discriminación indirecta, a diferencia de lo que ocurre con la directa que manifiesta claramente la intención discriminatoria de la diferencia de trato entre trabajadores de una misma empresa, enmascara el verdadero objetivo discriminatorio bajo otras razones aparentemente objetivas o neutras e incluso en ocasiones bajo actuaciones empresariales aparentemente proteccionistas o paternalistas. Esta característica las hace más sutiles y por lo tanto más difíciles de descubrir.
Para combatir este tipo discriminación de una forma más eficaz los Tribunales han optado en estos casos por una inversión de la carga de la prueba de tal manera que si el trabajador afectado consigue crear un clima de sospecha sobre la posible existencia de discriminación, será el empresario el que deberá probar que los motivos de su actuación no esconden un objetivo discriminatorio.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea en la sentencia Cadman trata de dilucidar si existe discriminación indirecta en la decisión de primar a los trabajadores con más antigüedad, factor que, según la Sra. Cadman discriminaba a las trabajadoras que en su inmensa mayoría se habían incorporado al empleo bastante más tarde que sus compañeros varones.
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Comment on the ECJ Decision: Cadman v. Health and Safety Executive
In the case Cadman v. Health and Safety Executive (decided on October 3rd, 2006), the European Court of Justice deals with negative indirect discrimination of women in employment, an issue that has been in the agenda of European institutions for several decades.
Indirect discrimination, unlike direct discrimination that shows clearly discriminatory purposes, masks the true discriminatory intention with measures that a priori seem to be neutral, such as protective or paternalistic aims. This makes indirect discrimination subtler and therefore more difficult to be unveiled.
In order to fight effectively against this kind of discrimination, several Courts have shifted the burden of proof of the discrimination from claimant to defendant. If the worker is able to show that a suspicious environment exists, it will be the employer’s burden to prove that no discrimination was intended.
In Cadman, the European Court of Justice tries to elucidate whether indirect discrimination exists when the employer decides to reward workers based on their seniority within the firm. According to Mrs Cadman, this discriminates against female employees because the majority of women have entered the company long after their male colleagues.