Diagnóstico del Tribunal Constitucional en el 25º aniversario de la Constitución: sobrepeso grave
Un análisis de la Justicia Constitucional en España pone de manifiesto los problemas que los recursos de amparo están ocasionando al Tribunal Constitucional para poder cumplir puntualmente con todas sus competencias. Ante esta disfunción se plantea el interrogante de cómo puede dotarse al recurso de amparo de la Mayor eficacia y fluidez posibles. En estas líneas se analiza en primer lugar y muy brevemente el funcionamiento global del Tribunal Constitucional. Posteriormente, se presenta un marco analítico de las causas del problema que permite un enfoque objetivo de la cuestión. Las múltiples consecuencias observadas se sistematizan y se presentan de forma separada para, finalmente, hacer una valoración de algunos de los remedios disponibles. Por ello, al margen de la crítica que a algunos pueda merecernos la situación relatada en estas notas, el hecho es que no podemos resignarnos a ver habitual que el Tribunal Constitucional resuelva por razones ajenas a su voluntad todos los procesos constitucionales (a excepción de los requerimientos sobre la constitucionalidad de Tratados Internacionales, y los conflictos negativos de competencia) con el retraso descrito. Y es que, sin negar el papel positivo y fundamental que ha desempeñado el recurso de amparo, no podemos olvidar que estrictamente éste no forma parte esencial de la Jurisdicción Constitucional. Al Tribunal Constitucional le corresponden otras funciones más propias y capitales de su jurisdicción: la depuración del ordenamiento jurídico de normas que sean contrarias a la Constitución y la neutralización de todos los conflictos constitucionales posibles. Unas competencias que actualmente parecen haber sido relegadas a un segundo plano. Así, como viene siendo habitual ante una eventual reforma de la institución del Tribunal Constitucional el legislador se enfrenta con un problema de escasez, ventaja comparativa y coste de oportunidad.