Con el concepto de «delincuencia de cuello blanco» («white-collar criminality»), Sutherland acuñó en 1939 uno de los conceptos más populares en criminología, pero también uno de los más complejos.
Sutherland asoció la delincuencia no solo con la pobreza y la escasez de recursos, sino también con el ámbito de los negocios y de personas de alto estatus socioeconómico. Por ello, a pesar de que con este concepto también se denunciara conductas que no están directamente vinculadas con la economía (e.g. delitos contra el medioambiente), en todo análisis criminológico de la delincuencia de cuello blanco ha prevalecido la «delincuencia económica» (e.g. delito fiscal) y sus derivados (e.g. cohecho).
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Jordi Bonshoms Guzmán, «El renacimiento de la criminología económica. », InDret 3.25
,pp. xii-xvi