Gender gap and personal injury compensation. Reverse engineering against judicial opacity
Damages for personal injuries is a field prone to gender biases. Empirical exploration of the issue, however, is far from being simple, especially in Civil Law countries, given a pervasive lack of transparency and explicitness on the details of reasoning and treatment of numerical values. Accounting for that feature, our research sketches a canon of analysis that goes beyond the words. To deal with risks of cherry picking and inaccurate sample design, our database encompasses all the decisions made during
the span time selected (more than 20,000) by an Appellate Court. Scrapers designed ad hoc have been instrumental to that aim.
In our case study, the well-known earnings gap, usually assumed a cause of other, second order gaps, ought not to be mirrored in magnitude by pecuniary damages, because the “shadow price” of non-remunerated activities must be computed together with earnings lost, what should counterbalance the latter derivative gap. Nonpecuniary damages, in turn, must be independent of earnings, being theoretically free from that effect. Nonetheless, we found differences with statistical significance in any of them, in favor of men. Some reverse engineering in search of the primary source of the gap leads to find a systematic bias in percentages of disability against women, even in cases where the predictable result should be the opposite.
In more general terms, the said obscurity on the treatment of numerical values, usually covered by rhetoric, renders difficult any honest scrutiny of systematic biases on the matter without the assistance of high technology and some sophistication, and shields decisions to criticism. Accordingly, it helps perpetuate gaps whenever existed.
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Brecha de género e indemnización por lesiones personales: ingeniería inversa contra la opacidad judicial
La indemnización por lesiones personales es un campo propenso a los sesgos de género. Sin embargo, la exploración empírica tendiente a demostrarlo está lejos de ser sencilla, especialmente la que tiene por objeto sentencias de países de derecho civil, dada la generalizada falta de transparencia y claridad en los detalles del razonamiento y el tratamiento de los valores numéricos implicados.
Teniendo en cuenta esa característica, nuestra investigación esboza un canon de análisis que procura ir más allá de las palabras. Para hacer frente a los riesgos de selección parcial y diseño de muestra inexacto, nuestra base de datos abarca la totalidad de las sentencias emitidas, durante el lapso elegido (más de 20 000), por el Tribunal de Apelaciones más relevante de un sistema judicial nacional del civil law. Los web scrapers diseñados ad hoc han sido fundamentales para su análisis.
En nuestro caso de estudio, la conocida brecha de ingresos —generalmente asumida como causa de otros sesgos, de segundo orden, como los judiciales— no debería reflejarse pura y simplemente en la magnitud de la indemnización por daños materiales, porque el precio sombra de las actividades no remuneradas de la víctima (actividades domésticas, de cuidado, etc.), incluidas dentro de su capacidad, debería computarse junto con el puro lucro cesante y contrarrestarla. La indemnización por daños no patrimoniales, a su vez, debería ser independiente de la capacidad de ganancia monetaria explícita de la víctima, lo que la dejaría al margen de la brecha de ingresos. No deberían verse, aquí, diferencias en contra de las mujeres.
No obstante, aunque de acuerdo con lo expresado en palabras, sea por la doctrina autoral o en las mismas sentencias, no deberían existir, encontramos diferencias con significación estadística, en todos estos conceptos, a favor de los hombres. El empleo de una particular ingeniería inversa, en busca de la fuente primaria de la brecha en las determinaciones judiciales, encuentra un sesgo sistemático en los porcentajes de discapacidad otorgados, en contra de las mujeres, incluso en los casos en que el resultado, predeciblemente, debería ser el contrario.
En términos más generales, resulta sumamente relevante advertir que la oscuridad en el tratamiento de los valores numéricos, generalmente encubierta por la retórica, dificulta cualquier escrutinio honesto de los sesgos sistemáticos en la materia y que, sin la ayuda de alta tecnología y cierta sofisticación de análisis, “blinda” las decisiones a la crítica. En consecuencia, ayuda a perpetuar las tales brechas de género en las indemnizaciones al contribuir a la dificultad de comprobarlas.