A schedule is one among possible solutions to the problems associated with the monetary valuation of personal injury. In using schedules to determine an adequate amount of compensation for particular damage claims, we have to assume some degree of error because not all damage awards will fall on the schedule’s average value. Nevertheless, the larger deviations make up for the smaller ones if the tables are accurate. Our position is that a schedule makes sense only when compensation may not both objectively and accurately be assessed on an individual basis. This is what actually happens to pain & suffering awards. For those, a schedule based both on previous cases and the value of life literature offers a good solution, but no other levels of harm should be subject to it. Contrary to this, Spain has introduced a mandatory schedule in its liability system for automobile accidents since 1995 which includes not only pain & suffering, but also lost earnings. The lack of analysis prior to legislation has led to substantial mistakes that finally brought it to the Constitutional Court, jeopardizing a step backwards to previous variability and uncertainty problems.

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Baremos

El baremo es una de las posibles soluciones al problema de la cuantificación económica de daño corporal.
La decisión de establecer un baremo para la indemnización de tales o cuales daños de aquella naturaleza
supone la asunción consciente de errores, tanto en más como en menos y en relación con la desviación de
las indemnizaciones que quedan a ambos lados del valor central señalado por el propio baremo. Sin
embargo, ambos tipos de error se compensan y, en esta página se defiende que incurrir en ellos sólo tiene
sentido cuando no resulta posible cuantificar exacta y objetivamente la indemnización en cada caso
individual. Esto es precisamente lo que ocurre con la partida de daño moral. Por tanto, la aplicación al
mundo del derecho de daños de la literatura sobre el valor de la vida para avanzar en la evaluación del
daño moral deberá llevarse a cabo mediante baremos. España dispone desde 1995 de una legislación sobre
baremos en el ámbito de la circulación, pero la falta de un análisis riguroso y previo a su establecimiento
ha causado graves errores al tiempo que ha impedido la evaluación de su corrección.