Deberes de eficiencia y libertad de actuar
En este trabajo, sus autores plantean la cuestión de si el derecho —el parlamento, el gobierno, los jueces— puede imponer, a individuos y a empresas, cargas, deberes u obligaciones de alcanzar o de mantener niveles determinados de eficiencia económica. Para responder a ello, los autores parten de dos conocidas distinciones: la primera, de naturaleza económica, es la que media entre beneficio contable y beneficio económico; y la segunda, de naturaleza jurídica, es la que se establece entre reglas y principios. A continuación analizan casos del derecho civil, fiscal, laboral y mercantil español en los cuales la cuestión planteada se ha resuelto afirmativamente. La mayor parte de los casos regulados por reglas se refieren a propietarios de inmuebles que se encuentran en situaciones precisamente definidas, mientras que, en los supuestos sujetos a principios, el derecho impone deberes de eficiencia a individuos u organizaciones cuyas actividades o funciones son muy generales: ex cónyuges, trabajadores, contratantes, gestores y administradores de compañías mercantiles. Las dos tesis principales defendidas en este trabajo son, en primer lugar, que el derecho puede ciertamente imponer deberes generales y omnicomprensivos de eficiencia mediante principios como, señaladamente, el de buena fe. En cambio, aunque el derecho puede también imponer deberes de eficiencia mediante reglas, estas han de ser suficientemente precisas y aplicarse a casos concretos, pues, por razones económicas y jurídicas analíticamente fundadas y contrastadas por la experiencia histórica, no resulta económicamente viable ni jurídicamente admisible dictar y aplicar reglas generales u omnicomprensivas que obliguen a individuos y a empresas comportarse eficientemente o de un modo que el parlamento, el gobierno, o los tribunales afirmen que es más eficiente que otro.
—
Duties of efficiency and freedom to act
In this article, its authors raise the question of whether the law —the parliament, the government, the judiciary— may impose burdens, duties or obligations to reach or maintain certain levels of economic efficiency on individuals and companies. To discuss this issue, the authors employ two well-known distinctions: the first one, of an economic nature, differentiates between economic profit and accounting profit; and the second one, of a legal character, distinguishes between rules and standards. Spanish civil, tax, labour and business law cases in which the question has been answered in the affirmative are then analyzed. The majority of cases that are governed by rules involve property owners who are in accurately defined situations, whereas cases that are subject to standards show that duties of efficiency are legally imposed on individuals or organizations with very generic activities or functions: former spouses, workers, contracting parties, corporate managers and directors. This article defends two main theses. First, the law can certainly impose general and all-encompassing duties of efficiency through standards such as, first and foremost, the principle of good faith. Second, although the law may also impose duties of efficiency through rules, these must be sufficiently precise and applied to specific cases: analytically sound and historically tested good economic and legal reasons suggest that it is neither economically feasible nor legally admissible to enact and enforce general or all-encompassing rules requiring individuals and companies to behave in an efficient manner or in a way that the parliament, the government, or the courts deem to be more efficient than others.