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El disvalor de acción como fundamento de una dogmática jurídico-penal racional

Universidad de Buenos Aires

El trabajo plantea que sólo una dogmática del hecho punible circunscripta al disvalor de acción (o de omisión) permite el desarrollo de una teoría del delito racionalista. Analiza distintos argumentos que parten ya de la Grecia antigua y atraviesan en forma permanente la filosofía moral occidental. En particular, se rechaza el carácter fundante del disvalor de resultado, como resabio de un Derecho penal ligado, en parte, a la casua-lidad, a la suerte moral y jurídico-penal. La tentativa acabada o la imprudencia como tal (y no la consumación) marcan el total del disvalor del hecho, pues, a partir de cierto estado de cosas, o bien se produce la consumación o bien ya no se produce, sin que la diferencia pueda ser atribuida a la libertad de voluntad. Por el hecho de que una tentativa sea externamente “inidónea” no se deriva ningún minus de su contenido de ilícito; pero la tentativa burdamente insensata sí exhibe un ilícito menor, en razón de un menor disvalor de acción. Por contraposición, la mera representación de cometer un ilícito por un error de Derecho invertido no conduce nunca a la punición por tentativa, sino al delito putativo (así sea que el error afecte al “campo previo al tipo”). El hecho de que el ilícito se circunscriba a la pura decisión de la voluntad no entraña el riesgo de punición de ámbitos realmente reservados al fuero interno, ni tampoco prejuzga acerca de si la escala penal de la tentativa debería ser aumentada; la del delito consumado, disminuida; o si se debería tender a un segmento intermedio.

Action disvalue as foundation of a rational criminal law theory

This article argues that only a doctrine of criminal law that is oriented towards the wrongfulness of actions
(or omissions) will allow the development of a rationalist theory of criminal liability. It analyses different
recurring arguments which are found in Western moral philosophy, going back to ancient Greece. In
particular, it rejects the importance that is usually given to results or consequences, on the grounds that they
constitute a residue of a criminal law focused, in part, on casual events, and moral and criminal luck.
Complete criminal attempts or negligence as such (and not the resulting consequences) exhaust the full
wrongfulness of an event, since, from a certain point in the state of affairs, whether the relevant is produced
or not cannot be attributed to the free will of the individual. The fact that an attempt cannot factually or
causally produce the intended or foreseen result does not translate in a minus of its wrongfulness. By
contrast, a completely irrational attempt does present a minus since it has a lesser disvalue of action.
Furthermore, the mere representation of carrying out a criminal wrongful act which is not in fact forbidden,
does not warrant legal punishment as a criminal attempt (even if the mistake lies in the sphere of “noncriminal law”).The fact that the crime is limited purely to the decision to carry out a certain will (the action)
neither entails punishing spheres which are “solely reserved to the individual” nor is committed to the claims
that attempts should be more severely punished, that the penalty for an attempted offence should be
discounted or that we should find a compromise between these claims.