The introduction of the indirect holding system (“IHS”) in the US caused serious inefficiencies to shareholder voting. The stockholding system could no longer trace share ownership to any particular shareholder. This triggered a series of legal changes, among them the creation of a proxy voting system where voting rights are passed from the central security depository (“CSD”), to brokers/ banks, and other types of intermediaries in the IHS all the way to shareholders. Procedural complexity and ownership opacity yield voting pathologies that undermine the integrity of the voting mechanism. However, blockchain offers a revolutionary solution. It enables the tracing of share ownership to former and current shareholders, and thus, promises to mitigate or eliminate voting pathologies. Notwithstanding, adoption remains largely contingent on resolving current regulatory gaps and technical design issues.

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Reforma de los sistemas de votación y retención de acciones en los Estados Unidos

La introducción del sistema de tenencia indirecta («IHS») en Estados Unidos causó serias ineficiencias en la votación de los accionistas. El sistema de acciones ya no podía rastrear la propiedad de acciones a ningún accionista en particular. Esto desencadenó una serie de cambios legales, entre ellos la creación de un sistema de votación por poder mediante el cual los derechos de voto se transfieren del depositario de seguridad central («CSD»), a los corredores de bolsa, bancos y otros tipos de intermediarios en el IHS hasta llegar a los accionistas. La complejidad del procedimiento y la opacidad del hecho de propiedad producen patologías de votación que socavan la integridad del mecanismo. Sin embargo, blockchain ofrece una solución revolucionaria: permite el seguimiento de la propiedad de acciones a accionistas anteriores y, por lo tanto, promete mitigar o eliminar dichas patologías de votación. No obstante, la adopción sigue dependiendo en gran medida de resolver las brechas regulatorias actuales y problemas de diseño técnico.