La STC 93/2013, de 23 de abril, declara la inconstitucionalidad de prácticamente la totalidad de la Ley Navarra 6/2000, de 3 de julio, de Igualdad Jurídica de Parejas Estables de Navarra. La Sentencia parte del reconocimiento de competencia del legislador navarro para regular las relaciones de pareja, no pudiendo considerar que se trate de una nueva forma de matrimonio. No obstante, atendiendo a una original consideración de la aplicación del principio al libre desarrollo de la personalidad, recogido en el art. 10 CE, considera inconstitucionales todos aquellos preceptos que no dependan de la previa asunción de los mismos por las parejas en ejercicio de su autonomía de la voluntad, o de su posterior invocación conjunta. Pese a considerar nulos los modelos de pareja basados en la mera convivencia, respetando el modelo formal, la norma queda vacía de contenido, mediante una particular interpretación de lo que es derecho imperativo, dispositivo y supletorio. Tras este pronunciamiento el futuro de las reglas que regulan las relaciones de convivencia se presenta incierto; si cabe, más complejo todavía a medida que se vayan planteando recursos contra las demás leyes; y, desde luego, dotado de una notable inseguridad jurídica.
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The current situation of cohabiting couples
The 23th April, 2013, the Constitutional Court Decision number 93/2013 declared the unconstitutional nature of almost all the norms of the Navarra’s Act 6/2000, 3rd July, on the Legal equality of registered partnerships. The Court acknowledges the competence of Navarra’s legislator to regulate on registered partnerships that in no way can be considered as a new form of marriage. Nevertheless, resorting to an original construction of the principle of the free development of personality under article 10 of the Constitution, the ruling establishes the unconstitutionality of all the norms that are not dependent on the couple’s previous acceptance under their autonomous will or on their subsequent joint claim by the partners. Despite considering void the partnerships’ models based in mere cohabitation, respecting the registered model, the Navarra’s rules are left without content trough a particular interpretation of what is to be qualified as mandatory, dispositive or default law. After this decision, the future of the stable registered partnerships’ regulation seems uncertain. It may become even more complex when other autonomous communities’ laws are brought before the Constitutional Court. Hence, the situation entails a substantial legal uncertainty.